La ecografía 4D es un avance revolucionario que permite ver al bebe en el vientre de su madre casi como si estuviese fuera; ver su cara o el sexo, sus gestos y expresiones, y hasta su alegría o tristeza.
Para ello, la ecografía 4D adquiere y presenta de forma continua volúmenes tridimensionales, logrando así cubrir las cuatro dimensiones: ancho, alto, profundidad y tiempo. La forma de lograrlo es mediante una sonda ecográfica que realiza un rápido barrido y captura de la imagen consiguiendo la exploración en tres planos a partir de los cuales elabora el modelo tridimensional. Este modelo, presentado en tiempo real, permite observar al feto en movimiento.
Imágenes captadas por un ecógrafo 4D
La utilidad y posibles aplicaciones de la 3D/4D, surgen de los diferentes modos de captura y del procesamiento de la imagen: Modo Superficie: Con ella podemos obtener con precisión la imagen y detalles superficiales del feto y las estructuras que le rodean. Modo Transparencia: Está diseñado para una exploración ósea más precisa. Tiempo Real: Permite el estudio de los movimientos, la expresión facial y la conducta fetal.
La ecografía 3D/4D no sustituye a la 2D, sino que ambos métodos se complementan permitiendo aumentar la eficacia diagnóstica en el estudio morfológico de un feto tanto normal como anormal. Y los factores que influyen en la calidad de la imagen ecográfica son: el grosor del panículo adiposo de la madre y la transmisión del sonido por sus tejidos, la posición fetal durante la exploración, la cantidad de líquido amniótico presente y las semanas de gestación en el momento de la ecografía.
En la mayoría de los casos, se logran imágenes espectaculares que provocan en los padres una gran emoción y favorecen el contacto afectivo feto-madre, así como también permiten el disfrute posterior de toda la familia.
Video de ejemplo de una ecografía 4D